Si algo he aprendido, es que nunca llegas a conocer a las personas del todo, puede que ni a ti mismo. Que la verdad duele, pero que son las mentiras las que te matan. Créeme si te digo que la vida se pasa volando, especialmente la parte que más vale la pena vivir. Que quien quiere de verdad quiere en silencio, con hechos y nunca con palabras. Aprendí que no hay segundas oportunidades, excepto para el remordimiento. Que probablemente, los mayores errores son los que nunca llegamos a cometer. Que estar en la cima de la montaña dura muy poco, y antes de que te des cuenta ya estas cayendo otra vez. Así que por la cuenta que te trae, DISFRUTA DEL JODIDO ASCENSO ;). Que la verdadera felicidad no está en ti, la verdadera feliz se consigue cuando te basta con ver a las personas de tu alrededor riéndose para reírte tu también. Descubrí que la primera calada sabe mejor cuando enciendes el cigarro con una cerilla. Que algunas palabras suenan mejor de ciertas bocas. Y que los besos saben mejor cuando son pocos, cortos y a escondidas. Que hay cosas por las que no merece la pena calentarse la cabeza, y personas de las que no merece la pena ni hablar. Que quien no espera lo inesperado, no lo descubrirá (:

Huir

A veces una persona sale corriendo porque necesita estar sola. 

Pero a veces también lo hace para ver a quién le importa

 lo suficiente como para correr tras ella.

 Alguna vez, puede que sin darnos cuenta, todos hemos sido una de esas personas.

Que el fin del mundo te pille bailando

Que el maquillaje no apague tu risa,

que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
que las mentiras parezcan mentiras,

que gane el quiero la guerra del puedo,

que los que esperan no cuenten las horas,

que te aproveche mirar lo que miras,

que te coloque fumar lo que fumas,

que no te duerman con cuentos de hadas,

que no te cierren el bar de la esquina,

que la última copa, no sea la última.

Pero sobretodo, que el fin del mundo te pille bailando.