Abres el cajón y no queda nada. ¿Sentimientos? Muchos, pero contradictorios. A un minuto quiero decirle "te quiero" y al siguiente estoy deseando que me de algún motivo para cabrearme con él. Todo se me hace tan difícil. Aunque él intenta ponerme las cosas lo más fáciles posibles. Quizás el problema esté en mí. Quizás sea yo la que hago que las cosas sean difíciles. Me siento como una máquina averiada a la que nadie puede arreglar. Ni siquiera él. Y no creo que pueda aprender a vivir con ello.
En la vida no se puede tener todo, pero hay que aspirar a ello, porque la felicidad no es una meta sino un estilo de vida ;)
lunes, 30 de julio de 2012
Desilusión
Abres el cajón y no queda nada. ¿Sentimientos? Muchos, pero contradictorios. A un minuto quiero decirle "te quiero" y al siguiente estoy deseando que me de algún motivo para cabrearme con él. Todo se me hace tan difícil. Aunque él intenta ponerme las cosas lo más fáciles posibles. Quizás el problema esté en mí. Quizás sea yo la que hago que las cosas sean difíciles. Me siento como una máquina averiada a la que nadie puede arreglar. Ni siquiera él. Y no creo que pueda aprender a vivir con ello.
jueves, 26 de julio de 2012
Yo
creo que como todo el mundo, tengo dos facetas. La niña estudiosa, que saca
notazas, le gusta leer, aprender idiomas, tiene afán por saber, actitud responsable en casa, verdaderamente amiga de sus amigas… Y luego está la
niña que llega a las ocho de la mañana a su casa con tacones en mano, a veces
fuma porros con los amigos, le encaaaaaaaaaaaaaaaanta la fiesta, pillarse su ciego, bailar…
Pues bien, no es que engañe a nadie. Si alguien a las tres de la mañana me
pregunta un sábado en una discoteca que
qué notas suelo sacar no le voy a engañar, le diré que sobresalientes y
notables. Pero no creo que lo hiciera, es más común que te pregunten si fumas,
por ejemplo. Así que supongo que por las circunstancias, hay personas que
conocen bastante más una faceta tuya que la otra. Simplemente con ciertas
personas te sientes más comoda hablando de unos temas que de otros.
¿A qué quiero llegar con todo esto? Que tengo la suerte de tener a mi lado personas que me conocen de verdad. A esas personas yo las llamo amigos, porque lo saben todo de mí, y a pesar de ello me quieren.