En este mundo tan lleno de prejuicios, donde vale más la imagen externa, la gente se cree con derecho a juzgarlo todo. Adelante, no sabes nada de mí, ya que nunca te invité a conocerme, ni tú mostraste interés en hacerlo. Si la vida te trató mal, y no estás en el sitio que te gustaría estar, no jodas a los demás. Esos que estamos en el mismo sitio que tú, pero en un escalón inferior al tuyo, en esta maldita sociedad jerárquica, donde las primeras impresiones son algo sagrado. En definitiva, prejuicios. Y más prejuicios. Y muchos más. Y también... ¿he dicho ya prejuicios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario