miércoles, 12 de septiembre de 2012

Tengo ganas de ti

"Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte. Aunque sea tarde, escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar. Que no vas a recibir nunca. Que como tu me enseñaste, en cuanto acabe de escribirla la quemaré, los sentimientos se pondrán a arder, y ese dolor, cómo era... Ah sí, ese dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser claro, sería un imbécil si no gritara que me he equivocado, contigo.La he cagado pero bien, desde el principio. He intentado avanzar sin apartar antes las cosas que lo impedían, agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar, empeñado en quedarme ahí. ¿Qué locura no? Empeñado en quedarme ahí. En medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonarme. Sin avanzar. ¿Dónde está el secreto del futuro? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar. Mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. Hay cosas que pasaron antes, mucho antes. No quiero esperar milagros. Solo hay que dejar que las cosas pasen. O no. Sí. No. Sínosíno. Y ahora lo tendría claro. Aunque ya no depende de mí, sino de ti."Te quiero

[...]
-Bueno, dos semanas las hechas como sea. A mí me queda un puto año... Encima estoy siempre amargada porque no tengo dinero. Antes solía tener siempre algo ahorrado, y me compraba tontería de esas que tanto nos gustan. Ahora me lo gasto todo en vicios.
+ ¿Y qué tia? Si tenemos una vida de mierda y encima no podemos tener vicios, entonces apaga y vamonos.


sábado, 8 de septiembre de 2012

Los caballitos de mar eligen una pareja para toda la vida. Cuando ésta muere, permanecen solos por un tiempo y mueren también.

Nosotros no, nos dicen, nos inculcan que hay una persona que nos completa, nuestra media naranja. Que debemos buscarla y vivir felizmente con ella el resto de nuestra vida.Pues yo no lo veo así. Puede que cuando el ser humano tenía una vida media de veintipocos años sí, pero desde luego ya no. Hoy en día hay muchas personas que llegan a los 100 años. En ese tiempo conoces a mucha gente. Y no encontrarás a ninguna que te complete, pero sí a muchas que te complementen.

 Yo espero enamorarme varias veces en mi vida, al menos 5 ó 6 veces. Enamorarte de verdad. Sentir el corazón en la boca del estómago, ruborizarte al más mínimo roce suyo, que te diga "guapa" y el mundo deje de tener sentido...

Lo malo será arrastrar toda tu vida el dolor de esas personas cuando se marchen de tu lado. Duele tanto, es algo que lo sientes, y que no tiene ninguna cura. Solo el tiempo puede mitigar el dolor, pero no desaparece, simplemente cambia de lugar en tu mente.

Me gustaría ser capaz de quedarme con todos los recuerdos, acordarme de todo y poder rememorarlo cuantas veces quiera con una sonrisa en la cara. Sin lágrimas, porque ya derramé bastantes. Sin miradas perdidas que en el fondo lo buscan, porque él ya no está aquí.


viernes, 7 de septiembre de 2012


Aquí estoy, como tantas otras tarde sentada en la cama de mi habitación, mirando por la ventana como el verano me dice adiós. No ha sido el mejor verano de mi vida, pero seguro que ha habido otros veranos mucho peores. Yo lo llamo el verano de las reconciliaciones. Gente que se había ido ha vuelto, y espero que esta vez sea para quedarse. Quién no ha vuelto será porque no lo ha intentado, ni yo he ido a buscarla. Quizás sea mejor así...


Ahora vuelta a la rutina, que aunque suene increíble, hay veces que la echo de menos.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Cuando me veáis con la mirada perdida, no me preguntéis qué me pasa. Ya lo sabéis. 

Sigo pensando en él...



martes, 4 de septiembre de 2012

Por verte sonreír, he vuelto yo a perder 8)

Y se va,

 y se fue. 

No al fin del mundo, "rumbo a Barcelona". Y ahora me alegro de haberlo mirado el último sábado. Que él me mirara, me saludara y me sonriera. Porque hace tiempo que estoy hecha de sus miradas. Porque sin él, a veces parece que lo demás no tiene sentido...

sábado, 1 de septiembre de 2012



Solo me paso un momento por el blog para decir que no era una tregua, que después de la tempestad por fin ha llegado la calma, y que descubrí que hay personas que siempre estarán apoyándome (y aguantándome en mis días malos), porque nos une algo tan fuerte como los lazos de sangre.