Qué coñazo de Navidades.
Por primera vez en mi vida, tengo ganas de que se acaben.
En la vida no se puede tener todo, pero hay que aspirar a ello, porque la felicidad no es una meta sino un estilo de vida ;)
sábado, 28 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
Gr
Ya llegó la Navidad. Y joder qué rápido pasaron estos cuatro meses. Tenía unas ganas inmensas de irme de casa, pero nunca pensé que todo me fuera a salir tan de puta madre. En apenas unos meses he aprendido a valerme verdaderamente por mí misma.Cosas tan simples como poner una lavadora, mantener (más o menos) limpia una casa, sacar dinero, comprar por Internet, abrir una cuenta bancaria y demás papeleos de los que siempre se había ocupado mi madre. Y no ha sido duro ni mucho menos. Si tuviera que calificar de alguna manera esta experiencia, un paso más en mi proceso de maduración, llamaría a esta etapa divertida. Ha sido increíblemente divertida.
He conocido a gente indescriptible. Mentalidades hiperabiertas, humildes, francas, cultas, TRANSPARENTES, con criterio, interesantes, locas, divertidas, muy muy de mi rollo. Y ahora recuerdo las palabras de aquella profesora que decía que donde conoces a tus amig@s de toda la vida es aquí, en la universidad. Porque encuentras a gente tan distinta que por cojones algunas tienen que ser como tú. Qué razón tenía... Quizás en 4 meses no conoces a alguien de verdad, y quizás sea precipitado decir lo siguiente, pero tengo la fuerte impresión de que algunas de las personas que he conocido van a ser amigos míos durante mucho tiempo, por no decir siempre.
También he aprendido a valorar más lo que tenía en casa, y ahora todo va mucho mejor. Y como no, aprendí quién era de verdad mi amigo y quién no de los que dejé atrás. Y me reconcilié con él, aunque parezca imposible después de todo. Los dos teníamos cosas que perdonar al otro, y lo hicimos. Era lo que me faltaba para estar bien del todo.
Y por último están ellas, que me hicieron este camino hacia la medio-independecia muchísimo más fácil. Qué habría hecho estos primeros meses sin ellas... Hubieran sido un completo desastre, no me cabe duda. Menos mal que las tengo ahí siempre (:
He conocido a gente indescriptible. Mentalidades hiperabiertas, humildes, francas, cultas, TRANSPARENTES, con criterio, interesantes, locas, divertidas, muy muy de mi rollo. Y ahora recuerdo las palabras de aquella profesora que decía que donde conoces a tus amig@s de toda la vida es aquí, en la universidad. Porque encuentras a gente tan distinta que por cojones algunas tienen que ser como tú. Qué razón tenía... Quizás en 4 meses no conoces a alguien de verdad, y quizás sea precipitado decir lo siguiente, pero tengo la fuerte impresión de que algunas de las personas que he conocido van a ser amigos míos durante mucho tiempo, por no decir siempre.
También he aprendido a valorar más lo que tenía en casa, y ahora todo va mucho mejor. Y como no, aprendí quién era de verdad mi amigo y quién no de los que dejé atrás. Y me reconcilié con él, aunque parezca imposible después de todo. Los dos teníamos cosas que perdonar al otro, y lo hicimos. Era lo que me faltaba para estar bien del todo.
Y por último están ellas, que me hicieron este camino hacia la medio-independecia muchísimo más fácil. Qué habría hecho estos primeros meses sin ellas... Hubieran sido un completo desastre, no me cabe duda. Menos mal que las tengo ahí siempre (:
lunes, 9 de diciembre de 2013
Balance final
Aprendí que lo importante es el balance final, que la vida no es contar los baches que te encuentras. Que la vida, por cojones, tiene que ser algo más que eso.
Algo así como ser feliz, como llegar a casa a las 2 de la mañana un domingo, con un beso aún en los labios y el olor a feromonas impregnado en tu piel. Y encontrarte a tu madre en tu cama, diciéndote que aún no ha llegado tu hermano, pero que le ha escrito por whastapp para que le saquemos la cama de abajo.
Parece que al fin nos pusimos los tres de acuerdo en algo.
Y ahí estábamos, a los 2:30 a.m., contando anécdotas de la semana y riéndonos a carcajadas. Que todo el mundo se enterara de que estábamos viviendo eso que llaman vida, experimentando eso que llaman felicidad.