martes, 14 de agosto de 2012


A veces añoro demasiado la infancia. Todo era tan fácil... 
Cero preocupaciones, cero responsabilidades, cero obligaciones. Aquel tiempo en el que la decisión más importante que tenía que tomar era la de a qué jugar. 
Ahora todo es tan complejo... Siento que el mundo actual me sobrepasa, me abruma, me confunde y me aturde; en ese orden.

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