sábado, 27 de diciembre de 2014

Cuento de navidad

Si vas a contarme un cuento, invéntate uno que me crea.
Los de siempre suenan a lo de siempre y tú y yo nos sabemos de memoria eso de
oímos lo que queremos oír,
vemos lo que queremos ver.

Así que cuéntame, por ejemplo, que tenía los ojos del color de un domingo sin lunes, que sabía a café (de los que tomas para espabilarte y no por gusto) y que su puto tobogán de opiniones al principio te flipaba pero acabó dándote dolor de cabeza.


Cuando acabes el cuento,

arrópame,
que hace 3 primaveras y media que tengo frío. Y si es mucho pedir, déjame un paracetamol con un vaso de agua encima de la mesita de noche. 

Las buenas noches con el beso en la frente...

...te sobran,

me sobran.

martes, 25 de noviembre de 2014

El equilibrio es imposible

Te echo de menos (lo escribo aquí porque a alguien tenía que decírselo, y a ti me faltan cojones).

Hace tiempo que deseché esa tendencia que tenemos de cuantificarlo todo, de intentar llevar lo cualitativo a lo cuantitativo. Para limitarlo, restringirlo, CONTROLARLO. Somos animales de costumbres, y eso es a lo que nos han acostumbrado.

Muy extrañada, una amiga le pregunta...
+¿Cómo se puede sentir tanto por una persona que físicamente solo ha estado dos semanas en tu vida? Si me dijeses que os conocéis de hace años.
A lo que la otra contesta..
- ¿Cómo coño eres capaz de medir la intensidad de los sentimientos? ¿En días, horas y segundos? ¿En número de experiencias vividas? Mejor no me lo digas, publica tu método infalible y hazte rica.


Los sentimientos, las emociones.. No tienen un patrón genérico por el cual se rijan, ojalá fuera todo tan sencillo. Y cuesta aceptarlo, porque entenderlo es imposible.

Que en la cama de otro el corazón no me late tan deprisa como con un jodido mensaje tuyo. 
Que ojalá algunas manos me tocaran como me tocan tus palabras. 


viernes, 7 de noviembre de 2014

Aquella noche no llovió

Aquella noche no llovió,
ni apareciste disculpándote, diciendo, mientras te sentabas,
"Perdóname si llego tarde.."
No me abrumastes con preguntas, ni yo traté de impresonarte
contando tontas aventuras,
falsas historias de viaje.
Ni deambulamos por el barrio
buscando, algún tugurio abierto,
ni te besé cuando la luna
me sugirió que era el momento.
Tampoco fuimos a bailar,
ni tembló un pájaro en tu pecho
cuando mi boca fue pasando
de las palabras a los hechos.
Y acabamos en la cama,
que es donde acaban estas cosas,
ardiendo juntos en la hoguera
de piel, sudor, saliva y sombra.
Así que no andes lamentando
lo que pudo pasar y no pasó:
aquella noche que fallaste,
tampoco fui a la cita yo.

jueves, 9 de octubre de 2014

Todo, aún lo improbable, es posible

Fanáticos de lo prohibido. Nos pasamos la vida buscando un por qué porque eso forma parte de la condición humana (ahora ya veis normal lo de que a veces juguemos a ser animales). Ansiamos el control pero cuando lo conseguimos no sabemos que coño hacer con él. Así que fingimos haber cambiado de opinión, querer de pronto dejarnos llevar. Porque se nos dan fatal las contradicciones, no estamos programados para aguantar las disonancias a largo plazo, y reconocer el miedo que nos da tener el control sería reconocernos vulnerables.

A nadie le gusta reconocerse vulnerable.

El día que por fin busquemos nuestras debilidades en lugar de huir de ellas, el día que encontremos el coraje para ser verdaderamente libres... cambiaremos los imposibles por improbables.
Y ya se sabe...

"Todo, aún lo improbable, es posible."

domingo, 14 de septiembre de 2014

Vestigios del verano

Supongo que será el verano y el exceso de tiempo libre. Supongo no, lo sé.
Así que pasará pronto. O se me pasará pronto, que en el fondo es lo importante. Quiero irme y desconectar. Tirar el móvil al retrete y sonreír mientras tiro de la cisterna. Qué estúpida forma de joderme. Me tiro a otro pero mis buenas noches van para él. No me tiro a nadie y no me contesta. Y no me contesta. Y no me vuelve a contestar.
Entonces vienen las debilidades y esas ganas insaciables de besar siempre los mismos labios. A quién quiero engañar con esa ficticia estabilidad que
ni pretendo
ni quiero
ni tengo.

Esforzarme más en conocerme a mí misma que a alguien. Porque en el fondo la que importa soy yo, y la que siempre está soy yo. Nadie más. Así que que le jodan a la falocracia, su sexualidad y sensualidad, a sus lunares y su piercing del labio. En ese orden, de lo que menos duele a lo que más.
Todo para respirar tranquila y reafirmarme frente al espejo diciendo: Y a pesar de todo, nadie baila como yo mi canción favorita, aunque no la haya escuchado nunca.

martes, 9 de septiembre de 2014

Lunares



Fuimos a hacer el amor y parece que volvimos de la guerra. Me sentí astronauta cuando me abriste la puerta: perdida en tus lunares y diciendo adiós a la Tierra.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Papá

"En los adultos mayores se puede identificar dos maneras de recorrer la vejez. Una pasiva en la cual el individuo acepta el rol impuesto por la cultura y se queda inmóvil ante los cambio, no los cuestiona, se circunscribe a una pequeña área que no le genera ningún tipo de desafío y así va perdiendo la identidad. La segunda forma de transitar la vejez es activamente, iniciarse en la búsqueda de alternativas, evitar el achicamiento del universo, aceptar los cambios pero no recortando los lazos. Hacerse cargo de sus limitaciones pero desplegando sus potencialidades, manteniendo la continuidad identitaria con proyectos que lo motivan a ir a por más logros, conservándose como sujeto deseante. La primera forma constituye la adquisición de un envejecimiento patológico, la segunda de uno saludable."

Me jode no citar el autor, pero perdí cualquier rasto de la fuente. Es un pantallazo que guardé hace tiempo en el escritorio de mi portátil con el título de "papa". Y no me apetece comentarlo en este momento, solo quería compartirlo antes de borrarlo.

domingo, 31 de agosto de 2014

Amistad se queda corto, que le busquen otro nombre a lo nuestro

Sabía que las echaba de menos, joder que sí las echaba de menos... Pero no tanto.
Dicen que los primeros recuerdos reales que tenemos de nuestra propia existencia se remontan, como mucho, a la edad de 3 años. No sé que es lo primero que recuerdo de mi vida, pero lo que sí que se es que en la mayoría de los recuerdos están ellas. Ellas,
que ríen y lloran conmigo,
que me entienden como pocas,
que me quieren como nadie.
Éramos como un triángulo, la figura geométrica más estable, aunque no sea la más perfecta. La unión de tres partes, cada una de las cuales resguardada por las otras dos... Y espero que así sea siempre.
A pesar de los kilómetros, de los meses que pasamos sin vernos.. la amistad es la misma.
Las quiero con locura.
 





 "Me refiero a esas amigas íntimas a las que les puedes contar todo, discutir y quererse sin guardar demasiado las formas ni para una cosa ni para la otra."




                    

miércoles, 27 de agosto de 2014

Follemos

En las noches de borracheras, a altas horas de la madrugada, cuando follamos... No sé, yo siempre pensé que lo que sudábamos no era otra cosa que todo el alcohol que habíamos ingerido. Que yo solía follar hasta sacar la última gota de ron de mi cuerpo-
Pero hace una semana me di cuenta de que no. De que realmente cuando follamos, follamos hasta haber sudado lo bebido, pero también lo vivido. Y yo, que viví mucho, tengo mucho que sudar.

sábado, 16 de agosto de 2014

Resumiendo...


....o sea 
resumiendo 


estoy jodido
y radiante 

quizá más lo primero 
que lo segundo 

y también 
viceversa.




Mario Benedetti


sábado, 9 de agosto de 2014

Brújulas que buscan sonrisas perdidas

"...Siempre he creído que una persona que no permite que vean sus ojos siente mucho placer o mucho dolor... Y es que cuando los cierras completamente sólo puede significar que estás en tu propio mundo... Y los mundos propios suelen ser tan personales que necesitas que el exterior no te salpique..."
ALBERTO ESPINOSA

lunes, 4 de agosto de 2014

Apetito

Ya nunca escribo aquí porque cuando me apetece hacerlo lo hago en los cuadernos para Luz, pero hoy me apetecía contaros algo sumamente importante: ha vuelto mi apetito.

El hambre supone para mí un gran indicador de mi estado anímico. Y está bien así, es parte de mi persona. También ha vuelto el apetito sexual, el social.. Es un gran avance. Para sentirme plena primero tengo que tener ganas, tener apetito. 

Hace poco una amiga me recordaba lo cariñosa que solía ser (y poco a poco vuelvo a serlo). De estas personas que dan un abrazo sin más, besos a diestro y siniestro que llenan cualquier momento vacío y sacan sonrisas. Sonrisas del fondo del alma. Eso solo lo consiguen esos besos, los que no son los dos típicos para saludar o despedirse, ni por un cumpleaños o para felicitar cualquier otro evento. Los que no están restringidos a momentos puntuales y saltan fuera de los límites que estipulan las normas sociales. Besos que están más ligados a lo emocional que a lo racional, cómo es lógico, si tenemos en cuentan que son muestras de afecto.
Son besos que salen solos y no tienen más por qué que el de te aprecio de verdad. Quizás cuando nos dan un beso de estos, en la mejilla, en la frente (estos fueron siempre mis preferidos); no nos paramos a pensar en todo esto y desglosar su verdadero significado. Pero en el fondo de nuestra alma sí que lo sabemos, claro que lo sabemos, ¿si no cómo explicar esa sonrisa automática que se dibuja en nuestra cara?. Supongo que es de esta información que procesamos a nivel del subconsciente. 

Jodido
,y a la vez bendito, 
subconsciente. 

jueves, 12 de junio de 2014

Las tres verdades de Jorge Bucay

Todos los que hemos vivido buscando la verdad, nos hemos encontrado en el camino con muchas ideas que nos sedujeron y habitaron en nosotros con la fuerza suficiente como para condicionar nuestro sistema de creencias. Sin embargo, pasado un tiempo, muchas de las verdades terminaban siendo descartadas porque no soportaban nuestros cuestionamientos, o porque una <<nueva verdad>>, incompatible con aquellas, competía con nosotros por los mismos espacios. O simplemente porque estas verdades dejaban de serlo.
En cualquier caso, aquellos conceptos que habíamos tenido como referentes dejaban de ser tales y nos encontrábamos, de pronto, a la deriva. Dueños del timón de nuestro barco y conscientes de nuestras posibilidades, pero incapaces de trazar un rumbo confiable. Mientras escribo esto, recuerdo de pronto que “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry:

<<En sus viajes por los pequeños planetas de su galaxia se encontró con un geógrafo que anotaba, en su gran libro de registro, montañas, ríos y estrellas. El Principito quiso registrar su flor (aquella que había dejado en su planeta), pero el geógrafo le dijo:
-No registramos flores, porque no se pueden tomar como referencia las cosas efímeras. Y el geógrafo le explicó al principio que efímero quiere decir amenazado de pronta desaparición. Cuando el Principito escuchó esto, entristeció mucho. Se había dado cuenta de que su rosa era efímera…>>.

Y entonces me pregunto, por un lado: ¿Existirán las verdades sólidas como rocas e imperturbables como accidentes geográficos? ¿O será la verdad sólo un concepto que lleva en sí mismo la esencia de lo transitorio y frágil de las flores? Y, por otro lado, desde una perspectiva macroscópica: ¿Es que acaso las montañas, los ríos y las estrellas no están también amenazados de desaparición? ¿Cuánto es <<pronto>> comparado con <<siempre>>? ¿No son, desde esta mirada, las montañas también efímeras…? Creo que lo que me gustaría hoy es intentar escribir sobre algunas ideas-montaña, ideas-ríos, ideas-estrellas con las que me he ido cruzando en mi camino.
Algunas verdades que seguramente son cuestionables para otros, lo serán también para mí, algún día. Pero hoy contienen, me parece, la solidez y la confiabilidad que da la indiscutible mirada del sentido común.
1. El primero de estos pensamientos confiables forma parte inseparable de la filosofía gestáltica y es la idea de saber que:

Lo que es, es.

(Escribo esto y pienso en la desilusión de quien me lee: <<¡Lo que es, es…! ¿Esa es la verdad?>>.) El concepto, no por obvio menos ignorado, contiene en sí mismo tres implicaciones que me parece significativo remarcar: saber que lo que es, es implica la aceptación de que los hechos, las cosas, las situaciones son como son. La realidad no es como a mí me convendría que fuera. No es como debería ser. No es como fue. No es como será mañana. La realidad de mi afuera es como es.
Pacientes y alumnos que me escuchan repetir este concepto se empeñan en ver en él un deje de resignación, de postura lapidaria, de bajar la guardia. Me parece útil recordar que el cambio sólo puede producirse cuando somos conscientes de la situación presente. ¿Cómo podríamos diagramar nuestra ruta a Nueva York sin saber en que punto del universo nos encontramos?
Sólo puedo iniciar mi camino desde mi punto de partida y esto es aceptar que las cosas son como son.
La segunda derivación directamente relacionada con esta idea es que:
Yo soy quien soy.
Otra vez:
Yo no soy quien quisiera ser. No soy el que debería ser. No soy el que mamá quería que  fuese. Ni siquiera soy el que fui. Yo soy quien soy. De mi paso, para mí, toda nuestra patología psicológica proviene de la negación de esa frase. Todas nuestras neurosis empiezan cuando tratamos de ser quienes no somos. En “Déjame que te cuente”… escribí sobre el autorrechazo:
…todo empezó aquel día gris
en que dejaste de decir orgulloso
YO SOY …
Y entre avergonzado y temeroso
bajaste la cabeza y cambiaste
tus palabras y actitudes
por un temible pensamiento:
YO DEBERÍA SER…
…Y si es difícil aceptar que yo soy quien soy, cuanto más difícil nos es, a veces, aceptar la tercera derivación del concepto <<lo que es, es>>:
Tú… eres quien eres.
Es decir:
Tu no eres quien yo necesito que seas. Tu no eres el que fuiste. Tu no eres como a mí me  conviene. Tu no eres como yo quiero. Tu eres como eres. Aceptar eso es respetarte y no pedirte que cambies.
Hace poco empecé a definir el verdadero amor como la desinteresada tarea de crear espacio para que el otro sea quien es.

Esta primera verdad es el principio (en sus dos sentidos, de primero y de primordial) de toda relación adulta. Se materializa cuando yo te acepto como tú eres y percibo que tú también me aceptas como yo soy.

2. La segunda verdad que creo imprescindible la tomo de la sabiduría suficiente:

Nada que sea bueno es gratis.

Y de aquí se derivan, para mí, por lo menos dos ideas.
La primera: si deseo algo que es bueno para mí, debería saber que voy a pagar un precio por ello. Por supuesto, ese pago no siempre es en dinero (si fuera sólo en dinero, ¡sería tan fácil!). Este precio es a veces alto y a veces muy pequeño, pero siempre existe. Porque nada que sea bueno es gratis.
La segunda: darme cuenta de que si algo recibo de fuera, si algo bueno me está pasando, si vivo situaciones de placer y de goce es porque me las he ganado. He pagado por ellas, me las merezco.(Sólo para alertar a los pesimistas y desalentar a los aprovechados, quiero aclarar que los pagos son siempre por anticipado: lo bueno que vivo ya lo que pagado. ¡No hay cuotas a plazos!).
Algunos de los que me escuchan decir esto preguntan:
¿y lo malo? ¿No es cierto que lo malo tampoco es gratis? Si me pasa algo malo, ¿es también por algo que hice? ¿Porque de alguna forma me lo merezco? Quizás sea cierto. Sin embargo, estoy hablando de verdades, para mí, incuestionables, sin excepciones, universales. Y para mí la aseveración de que me merezco todo lo que me pasa incluido lo malo no es necesariamente cierta. Puedo asegurar que conozco algunas personas a las que les han acontecido hechos desgraciados y dolorosos que, sin duda alguna, ¡no lo merecían!
Incorporar esta verdad (nada que sea bueno es gratis) es abandonar para siempre la idea infantil de que alguien debe darme algo por que sí, porque yo quiero. Que la vida tiene que procurarme lo que deseo sólo porque lo deseo, de pura suerte, mágicamente.
3. Y la tercera idea que creo que es un punto de referencia podría enunciarla de la siguiente manera:
Es cierto que nadie puede hacer todo lo que quiere, pero cualquiera puede NO hacer NUNCA lo que NO QUIERE. Me repito a mí mismo:

Nunca hacer lo que no quiero.

Incorporar este concepto como una referencia real, es decir, vivir coherentemente con esta idea, no es fácil. Y sobre todo no es gratis. (nada que sea bueno lo es, y esto es bueno). Estoy diciendo que si soy un adulto, nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero hacer. Lo máximo que puede pasarme , en todo caso, es que el precio sea mi vida. (No es que yo minimice ese coste, pero sigo pensando que es diferente creer que no puedo hacerlo, a saber que hacerlo me costaría la vida). Sin embargo, es lo cotidiano, en el pasar de todos los días, los precios son mucho mas bajos. En general, lo único que es necesario es incorporar la capacidad de renunciar a que algunos de los demás me aprueben, me aplaudan, me quieran. (El coste, como a mí me gusta llamarlo, es que cuando una se atreve a decir no, empieza a descubrir algunos aspectos desconocidos de sus amigos: la nuca, la espalda y todas otras partes que se ven sólo cuando el otro se va).
Estas tres verdades son para mí ideas-montañas, ideas-río, ideas-estrella. Verdades que continúan siendo ciertas a través del tiempo y de las circunstancias. Conceptos que no son relativos a determinados momentos, sino a todos y cada uno de los instantes que, sumados, solemos llamar “nuestra vida”.

VERDADES-MONTAÑA para poder construir nuestra casa sobre una base sólida.
VERDADES-RÍO para poder calmar nuestra sed y para navegar sobra ellas en la búsqueda de nuevos horizontes.
VERDADES-ESTRELLA para poder servirnos de guía, aun en nuestras noches más oscuras…

lunes, 2 de junio de 2014

Shane Koyczan

https://www.youtube.com/watch?v=4o5hkMZxGwM

martes, 22 de abril de 2014


" Todo es todo,
     y siempre lo fue, 
  porque no son los años
   sino el kilometraje, 
 el que alimenta espíritu, 
   rompe fibras 
y quema sangre..."
     C.G

domingo, 20 de abril de 2014

Perro negro

Yo sé que pasan los días y me acuerdo menos de ti. Tenías razón otra vez, aunque me guste tan poco dártela: lo de borrar el número de esa persona funciona. No la olvidas, pero al menos la recuerdas menos. Algo es algo.

Ahora creo que voy a empezar algo con alguien completamente diferente. Las circunstancias no son las mejores, ni siquiera óptimas. Y no es que me volviera conformista, es que aprendí a trabajar con lo que hay, a ser feliz sin esperar correspondencia por todo lo que hago.
Creedme, me está costando horrores. Pero así tengo algo que hacer, algo con lo que estar entretenida. Un buen amigo me dijo que la pandemia del siglo XXI no iba ser ni la obesidad, ni el cáncer. La pandemia del siglo XXI es el aburrimiento. Las tecnologías avanzan, la mano de obra cada vez es menos necesario. Disminuyen las horas de trabajo necesarias para sobrevivir y aumentan las de ocio. Alguna gente no sabe qué hacer con tanto tiempo libre, y se echa a pique. Conoce a 1000 y un vicios y se pierde en ellos. Otros se ponen muy tristes, y el perro negro asola sus vidas.


viernes, 18 de abril de 2014

Una vez más caigo en ti.



Creía que cuando eché esta foto estaba en la mierda, peor que nunca en mi vida. Y ahora demasiadas veces me gustaría volver a esos días.

sábado, 12 de abril de 2014

No creí dedicarte otra entrada de mi blog. Llegó un momento en que ni siquiera creí que te merecieras otro solo de los minutos de mi vida, y te los dí. Me volví a ver en mi sofá nerviosa porque llegarás, esperándote en la ventana, al más mínimo ruido de moto que escuchaba. Nunca creí volver a verme así, y me he visto.
No puedo decir que esta sea la definitiva, pero si puedo decir que cada vez me das más asco. Que esta puta obsesión que tengo contigo me lo voy a quitar, aunque sea a la fuerza, que a veces tiene nombres y apellidos.
Él.
Él, que era la última carta de mi baraja. La que creí que nunca tendría que usar, hoy la tengo en mi puta cara. Y la voy a jugar. Porque es la última carta que me queda. Solo espero que me salga bien. Después todo, no sé si me lo merezco o no, pero necesitarlo, lo necesito.
Te necesito, para que me saques de este puto agujero en el que yo sola me he metido. Como cavar tu propia tumba, y que apunto de enterrarte llegué alguien a salvarte. Y ese alguien va a ser él, estoy segura.
:)

domingo, 6 de abril de 2014

Hoy hacía un día espléndido. Un día espléndido para dejarse querer. Hacía, porque detrás de este aluvión de lágrimas ningún día puede ser espléndido.
Hace algún tiempo que me levanto sin ganas ni de mirarme al espejo.Con lo coqueta que fui yo siempre... Hace algún tiempo que estoy tan triste que nadie me alegra, que la pena es tanta que nada me consuela, que ya solo dibujo esbozos de sonrisas.
Pedirme una sonrisa en esta situación es demasiado, y ellas lo saben. Ellas, que conviven conmigo día a día, y recogen lo poco que va quedando de mi mientras yo caigo en picado. Y caigo, y caigo, y caigo... y nadie viene a salvarme. O al menos no ellos, que son los que deberían. No traigas al mundo a nadie para ésto. Creo que nadie se merece tanto sufrimiento en tan poco tiempo de vida. A veces se me hace como si tuviera 80 años, y ya estoy cansada de vivir. Ya se me agotaron las fuerzas, las ganas y todo lo demás.

Por eso, ahora que mi mundo entero se desmorona poco a poco sin que yo pueda hacer nada (porque ya lo intenté todo), me gustaría alguien que viniera y me dijera:
"Cuando tu mundo se desmorone, ven al mío".
 Y frívolamente, busco candidatos para esa frase, porque me siento tan sola... Porque me faltan tantos abrazos y cariño, que ya me da un poco igual de quien vengan. Es como si un agujero negro creciera progresivamente dentro de mi y amenazara con comerme. Tragarme entera. Y lo peor, es que a veces, hasta lo deseo. Acostarme y no levantarme más. Dejar de sufrir ya.
Llegó mi límite.
Bravo, lo conseguisteis.

Acabasteis conmigo.

domingo, 30 de marzo de 2014

Felicidad intermitente

Como me dijo una antigua amiga, que algunas personas se vayan de mi vida sólo significa que a partir de ahora voy a disfrutar el doble de las que sí están.
Y la pena, pa' los niños del África.


sábado, 29 de marzo de 2014

Implosión

¿Qué coño me ha pasado? ¿Algo que no haya sucedido antes?¿Algo a lo que no pueda hacer frente?
No.
Que cuando tenía a alguien que sentía celos por mí deseaba que se fuera y ahora que no lo tengo lo echo de menos. Que no creo en el amor mágico, pero me encantaría encontrarlo.
Que las mentiras las puedo decir, pero no acepto el autoengaño. Demasido inteligente para eso, creo yo. Porque aquí la inteligente, obviamente, soy yo.
A punto de la implosión


domingo, 16 de marzo de 2014

Él, que pone como estado: "Como tu sonrisa felina :3".
Yo, que pienso como tonta: "Es por tu foto de perfil".
Ella, a la que no se lo cuento porque me diría: "No creo, en esa foto no pareces tú".
Y es entonces cuando me paro a reflexionar. A reflexionar sobre lo posesivos que no son los humanos, pero nos han enseñado a ser. ¿Y quién? Esta sociedad capitalista en la que el paradigma dominante es "... tanto tienes, tanto vales...". En esta suciedadsociedad en la que la pérdida de cualquier aparato tecnológico nos infunde un profundo e irracional sufrimiento (...y si no que me lo digan a mí...) que a veces solo se alivia con al adquisición de uno nuevo, y a veces ni eso. Y bendito a veces.
Ahora me gustaría saber qué piensa él de mí. Si busca a la xxx de ahora o trata de encontrar a la que era antes. Y con esa duda me quedo, porque ésta no va a ser una noche sin dormir.


sábado, 8 de marzo de 2014

+¿Cómo se echa de menos algo que nunca has tenido?

-Como lo hago yo...

domingo, 23 de febrero de 2014

Que hoy parece que me levanté un poco menos chupasangres y un poco más de "...la tarde es nuestra, desnúdame..." (melancólica).



"Recibiré postales del extranjero, 

tiernas y ajadas, besos, recuerdos. 
¿Cómo están todos? Te echo de menos. 
Cómo pasa el tiempo...

Seremos otros, seremos más viejos, 

y cuando por fin me observe en tu espejo, 
espero al menos que me reconozca, 
me recuerde al que soy ahora.

Aquellas manos, aquella mujer, 

aquel invierno no paraba de llover, 
perdona que llegue tan tarde, 
espero saber compensarte.

Estás tan bonita, te invito a un café, 

la tarde es nuestra, desnúdame. 
Tras el relámpago te decía: "Siempre 
recogeré flores en tu vientre".

Otro hombre dormirá contigo 

y dará nombre a todos tus hijos. 
Ven, acércate a mí, 
deja que te vea, 
que otras primaveras 
te han de llevar muy lejos de mí.

Vértigo, que el mundo pare, 

que corto se me hace el viaje. 
¿Me escucharás, me buscarás, 
cuando me pierda 
y no señale el norte 
la estrella polar?

Las frías mañanas en la facultad, 

tú casi siempre huías conmigo al bar, 
y me enfadaba si preferías 
el aula a mi compañía.

Sobre la mesa botellas vacías, 

qué sano es arrancarte esa risa, 
y ahora cambiemos el mundo, amigo, 
que tú ya has cambiado el mío.

¿Qué haré cuando te busque en la clase, 

y mi eco me responda al llamarte? 
Otros vendrán y me dirán 
que te marchaste, 
que te cansaste 
ya de esperar.

Vértigo, que el mundo pare, 

que corto se me hace el viaje. 
¿Me escucharás, me buscarás, 
cuando me pierda 
y no señale el norte 
la estrella polar?

Y la ronquera, los traicioneros nervios, 

que me atacan antes de cada concierto, 
viejas canciones, antiguos versos, 
que espero retenga algún eco.

Y en el futuro espero, compañero, hermanos, 

ser un buen tipo, no traicionaros. 
Que el vértigo pase y que en vuestras ventanas 
luzca el sol cada mañana.

Pero basta de lamentos, 

brindemos, es el momento, 
que estamos todos 
y no falta casi nadie, 
que hay que apurar 
la noche que acaba de empezar.

Vértigo, que el mundo pare, 
que corto se me hace el viaje. 
¿Me escucharás, me buscarás, 
cuando me pierda 
y no señale el norte 
la estrella polar?"
Ismael Serrano
Os dejo aquí el enlace de su blog: http://www.ismaelserrano.com/

sábado, 22 de febrero de 2014

Interdependencia de chupasangres

Llegué a la conclusión de que solo somos eso. Chupasangres en busca de otros chupasangres que solo encuentran la plenitud en aquel que es al mismo tiempo del que reciben y al que dan


Y la relación no es eterna, dejémonos de mitos ya. Dura lo que tiene que durar: mientras que uno aporta al otro, y el otro al uno. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Fuera de esto se puede considerar relación, pero no una relación que nos sacie por completo. Hay muchos tipos de relaciones, y a la mayoría de ellas yo las llamo insanas. Relaciones de dependencia, de obsesión, de conveniencia, de fachada (llámese postureo también), de castillos en el aire, etc. 

Al fin y al cabo no se nos da mal mentir, pero se nos da jodidamente bien mentirnos. 

Aceptemos de una puñetera vez que ni buscamos la independencia, ni la dependencia de otro a nuestro ombligo-centro del universo.
Aceptemos de una puta vez que lo que verdaderamente ansiamos, como un grito ahogado que llevara años luz vagando por nuestra alma sin ser escuchado, es la interdependencia.

domingo, 2 de febrero de 2014

prrrrrrrrr

No voy a escribir lo típico que siempre se escribe sobre los hermanos. No voy a hablar de lo mucho que lo quiero ni lo mucho que daría por él. Ni de lo mucho que lo echo de menos y me duele no poder estar ahora mismo con él.
En un momento, pude perderlo. Y eso me hace replantearme muchas cosas.
Como que,
quizás,
debería pasar más tiempo en casa. Disfrutar más de todos ellos que me quieren con locura. Enfadarme menos y dar más abrazos. Y decirles más veces todo lo bueno que tienen, que no es poco. Y escribirles más notas en el frigorífico para que no se les olvide ni un solo día lo mucho que los quiero.

Deberían educarnos en emociones. Hace poco vi un vídeo que decía que las tres claves de una vida sana eran una buena alimentación, ejercicio físico y una correcta gestión de las emociones. Enseñarnos que el amor no es sólo el de pareja, que la ansiedad y el miedo no son lo mismo y que, si sabes reconocer tus emociones, puedes aprender a controlarlas.



domingo, 5 de enero de 2014

Él, que siempre se vuelve a mitad de rellano para darme el último beso.

Él, que siempre se vuelve a mitad de rellano para darme el último beso.
Él, que a pesar de todo nunca me dice que no a algo.
Él, que a pesar de nada sigue siendo tan guapo.
Él, que estuvo, está y estará.
Él, que me mira como solo quien te quiere de verdad puede hacerlo.
Él, que consiguió mentirme cómo solo lo habían hecho una vez.
Él, que aprendió de memoria cada detalle de mi casa pero era incapaz de no desorientarse en mi cuerpo. 
Él, que era lógico que me conociera tan bien: le di paso a conocer a los míos (lo que no es otra cosa que conocer una extensión de mí misma).


Y a pesar de todo, él.

P.D. Por decir algo negativo, él nunca me dijo que tenía unos pechos muy bonitos. Ah sí, y tampoco fuma.

(No sé cuando dejaré esta fea costumbre de las comparaciones)



viernes, 3 de enero de 2014

Todo final implica el comienzo de algo


...que no todos los finales felices terminan con un "...y comieron perdices", que también los son los "...y supieron decirse adiós a tiempo" dando una lectura positiva a algo tan negativo como un "adiós"...