Tuenti. Chat. Le abro una ventana, no se la abro, la abro, no la abro… Y darte cuenta que lo que te impide abrirla no es el miedo a que no te conteste, o a cómo te contestara; tampoco es el orgullo a ser la que de el primer paso… Simplemente te das cuenta de que ya no tienes nada que hablar con esa persona. Que esa rutina de abrir el tuenti y mirar si esta conectada para entablar conversación con ella ha desaparecido, y ahora es cuando caes en la cuenta que las cosas ya no son igual que siempre, que algo va mal y no parece transitorio, sino permanente.
Triste.
Muy triste.
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