Solo quiero que un día, no sé con qué excusa ni con qué pretexto, añores el tiempo que pasamos juntos. Que sin venir a cuento, alguien te recuerde mi nombre, te pregunte qué salió mal. Y tú, simplemente, no sepas que contestar...
¿Promesas? Hoy en día, lo único que cumple la gente son los años.
En la vida no se puede tener todo, pero hay que aspirar a ello, porque la felicidad no es una meta sino un estilo de vida ;)
miércoles, 31 de octubre de 2012
martes, 23 de octubre de 2012
Everything happens for a reason
Algún día, todo tendrá sentido. Así que por
ahora,voy a reírme de la confusión, sonreiré
entre las lágrimas y viviré recordando que
todo
pasa
por
algún
motivo.
lunes, 22 de octubre de 2012
Como un viernes más, el pasado lo pasé en el hospital, con mi chaleco rojo y otra de las voluntarias de Cruz Roja. Fue una tarde amena, y divertida, en la que aunque fuera por unas horas, volví a mi infancia. Estuvimos pintando un mural enorme. Pintando como se pinta de verdad; manchándolo todo, desde la mesa hasta tu camiseta.
Eran ya más de las siete y media, tenía las manos de mil y un colores, los niños se iban y era hora de recoger. Entonces asoma por la puerta la enfermera, nos mira, y al salir la oigo decir: pasa ahora si quieres,no hay apenas niños. Entró una niña que venía de oncología, con tan solo trece años. La impresión es algo fuerte, verla entrar, blanquecina y sin pelo por culpa del maldito cáncer, con una máscara que tapaba todas las facciones de su cara, y te impedía ver si reía o lloraba. Y una máquina enorme, con pantallas que mostraban miles de números, conectada a ella. Nos preguntó que si podía pasar. En realidad estábamos ya recogiendo, a las ocho acababa nuestro tiempo de visita en el hospital y ambas habíamos hecho planes. ¿Pero cómo decirle que no? Le preguntamos que si le gustaría hacer con nosotras unas flores de cartón.
Nos contó que se aburría tanto allí, que las horas entre aquellas paredes blancas se le hacían interminables. Además no podía recibir muchas visitas, ya que sus defensas no estaban por la labor de defenderla, ni siquiera del más simple resfriado que alguien pudiera contagiarle.
Cuando a las ocho y media la llamaron para cenar, yo sé que salió de aquella habitación sonriendo, porque aunque seguía sin poder verle la cara, sus ojos la delataban.
Nos contó que se aburría tanto allí, que las horas entre aquellas paredes blancas se le hacían interminables. Además no podía recibir muchas visitas, ya que sus defensas no estaban por la labor de defenderla, ni siquiera del más simple resfriado que alguien pudiera contagiarle.
Cuando a las ocho y media la llamaron para cenar, yo sé que salió de aquella habitación sonriendo, porque aunque seguía sin poder verle la cara, sus ojos la delataban.
jueves, 18 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
Recuerdos de la infancia
Hoy
le escribo a la niña que fui un día y dejé de ser sin darme
cuenta. Le escribo a la pequeña de grandes ojos risueños, la que
estaba llena de esperanzas... La que se enamoraba todos los días y
bajaba la ventanilla del coche para sentir la brisa galopar en su
rostro. Le escribo a esa pequeña que estaba todo el día soñando y
cantando, dibujando y creando, amando y siendo amada. Te escribo a ti, que te hacías millones de preguntas y no
tenías miedo de buscar las respuestas... ¿Por qué la gente se muere de hambre,
papá? ¿Por qué lloras, mamá? ¿Por que reñís constantemente, abuela?
Te
escribo a ti pequeña, sé que estas dormida en algún rincón de mi
ser, entre ositos de peluche y cuentos de hadas. La razón por la
cual hago esto es porque necesito que te enteres, que la
vida es más dura de lo que ambas creíamos, que el amor duele más
que cualquier herida física, que hay personas malas... muy malas, y
alguna de éstas pueden esconderse tras la palabra "amigo".
Es
justo que sepas que encontrar a nuestro "príncipe azul" es un
tormento, pero tenerlo al lado es aún más difícil. Debes saber que
la vida se lleva a todos a su paso: a papá, a mamá, a la abuela...
Ahora todo es complicado, pequeña: la cama ya no es para dormir, y
si duermo ya no es para soñar...
Aún
así, a pesar de que el mundo es oscuro y difícil, necesito
que sepas... Que crecer vale la pena, que besar y enamorarse no tiene
posible comparación, que caer y luego levantarse es un arte que se
aprende con el tiempo, que las heridas dejan cicatrices que nos
enseñaran a sonreír.... Y sobre todo, necesito que sepas que lo más
bello de la madurez son los recuerdos de la infancia.
domingo, 14 de octubre de 2012
A destiempo, van viniendo, tus fantasmas a escupirme tus recuerdos
Otra mañana más que me levanto escuchando la fuga, aunque lo único que consiga con ello sea que mi estado de ánimo empeore...
Pero es que es lo único que me queda de él.
http://www.youtube.com/watch?v=McSq7JlEIuc
Pero es que es lo único que me queda de él.
http://www.youtube.com/watch?v=McSq7JlEIuc
sábado, 13 de octubre de 2012
Un abrazo de mi abuela. Eso es lo que necesito.
Ella me entiende tan bien. Es la única persona en este mundo capaz de hacerme sentir siempre que estamos juntas que no estoy sola. No hace falta que le cuente nada, sin necesidad de palabras yo siento que ella me comprende a la perfección, porque en el fondo somos tan iguales. Nunca me haces las preguntas que no quiero oír, pero siempre está ahí para escucharme. Cuando alguien me hace daño, odia a esa persona tanto como yo. No ve nada bueno en ella, lleva la subjetividad al límite porque confianza plenamente en mí. Es la única capaz de llorar cuando cojo un avión para salir del país por miedo a que tenga un accidente. Da igual las veces que le explique que es el medio de transporte más seguro, que las posibilidades de que tenga un accidente son mínimas...ella tiene ese miedo irracional que no se quita hasta que no vuelvo a casa.
Somos tan iguales... En casa siempre hemos dicho que he heredado su carácter. Ante una situación reaccionamos de la misma forma, solo que ella pone en voz alta aquellos pensamientos que yo no me atrevo a expresar. Será cosa de la edad, dicen que conformes creces te importa menos lo que diga la gente, la moralidad, la ética... Hasta que llegas a ser un anciano, y realmente te la suda lo que los demás piensen de ti. Me encanta esa parte de ella. Si tiene que decir algo, tranquilo que lo dirá, tal y como lo piensa, haya quien haya delante.
Ahora me gustaría estar con ella, comiendo castañas asadas, y teniendo una de esas conversaciones superficiales, que no te llevan a ninguna parte y carecen un poco de sentido, cuya única función es la de compartir ese momento, pasar el rato juntos. Una de esas conversaciones impregnadas de ese humor negro que aunque alguna gente no lo entienda, desde luego ella y yo, sí.
El fin de semana pasado se murió el padre de mi padre. Ya llevaba mucho tiempo enfermo, no había ninguna posibilidad de mejora; al contrario, cada vez iría a peor, y en cierto modo fue lo mejor.
Pero me hizo caer en la cuenta de que también un día ella se irá.
Y yo no podré soportarlo.
Ella me entiende tan bien. Es la única persona en este mundo capaz de hacerme sentir siempre que estamos juntas que no estoy sola. No hace falta que le cuente nada, sin necesidad de palabras yo siento que ella me comprende a la perfección, porque en el fondo somos tan iguales. Nunca me haces las preguntas que no quiero oír, pero siempre está ahí para escucharme. Cuando alguien me hace daño, odia a esa persona tanto como yo. No ve nada bueno en ella, lleva la subjetividad al límite porque confianza plenamente en mí. Es la única capaz de llorar cuando cojo un avión para salir del país por miedo a que tenga un accidente. Da igual las veces que le explique que es el medio de transporte más seguro, que las posibilidades de que tenga un accidente son mínimas...ella tiene ese miedo irracional que no se quita hasta que no vuelvo a casa.
Somos tan iguales... En casa siempre hemos dicho que he heredado su carácter. Ante una situación reaccionamos de la misma forma, solo que ella pone en voz alta aquellos pensamientos que yo no me atrevo a expresar. Será cosa de la edad, dicen que conformes creces te importa menos lo que diga la gente, la moralidad, la ética... Hasta que llegas a ser un anciano, y realmente te la suda lo que los demás piensen de ti. Me encanta esa parte de ella. Si tiene que decir algo, tranquilo que lo dirá, tal y como lo piensa, haya quien haya delante.
Ahora me gustaría estar con ella, comiendo castañas asadas, y teniendo una de esas conversaciones superficiales, que no te llevan a ninguna parte y carecen un poco de sentido, cuya única función es la de compartir ese momento, pasar el rato juntos. Una de esas conversaciones impregnadas de ese humor negro que aunque alguna gente no lo entienda, desde luego ella y yo, sí.
El fin de semana pasado se murió el padre de mi padre. Ya llevaba mucho tiempo enfermo, no había ninguna posibilidad de mejora; al contrario, cada vez iría a peor, y en cierto modo fue lo mejor.
Pero me hizo caer en la cuenta de que también un día ella se irá.
Y yo no podré soportarlo.
viernes, 12 de octubre de 2012
Más de una noche con más de una cerveza llegué a pensar que te quería demasiado
miércoles, 3 de octubre de 2012
Que tengo cicatrices del tamaño de su nombre, que a veces bebo para olvidar que no le olvido
A veces es como si gritara pero nadie pudiera oírme. Es un sentimiento reprimido que emerge de lo más profundo, que hiere cuando sale. Esa es la razón por la que tan a menudo olvido que tengo que sacarlo, que tengo que dejar que esa rabia salga de vez en cuando, y qué mejor que en forma de lágrimas. Nadie entiende que aunque pase el tiempo a mi me duele igual, que aunque debería odiarlo, no puedo evitar acordarme de él y dibujar una sonrisa en mi cara. Aunque solo sea por los buenos momentos... Aunque solo sea por eso...
Si cierro los ojos, parece que lo estoy viendo. Lo recuerdo aquel día mientras comía con mis padres, y él sentado en la mesa de al lado no se cansaba de mirarme. Mirarme como él me miraba, con aquellos ojos verdes que tanto le brillaban esa mañana de verano, y que parecían iluminarse un poco más si cabe con cada "guapa" mudo que salía de su boca.
Un susurro, ni siquiera eso, un simple movimiento de labios..y a mí me hacía sonrojar. Entonces se me olvidaba que estaba en la piscina, con mis padres y sus amigos, se me olvidaban los niños que había correteando, el trajín del bar, la música alta de la radio... solo estábamos él, y yo. Yo, que me sentía la persona más feliz del mundo en ese momento. Porque lo quise, pero me di cuenta tarde.
Si cierro los ojos, parece que lo estoy viendo. Lo recuerdo aquel día mientras comía con mis padres, y él sentado en la mesa de al lado no se cansaba de mirarme. Mirarme como él me miraba, con aquellos ojos verdes que tanto le brillaban esa mañana de verano, y que parecían iluminarse un poco más si cabe con cada "guapa" mudo que salía de su boca.
Un susurro, ni siquiera eso, un simple movimiento de labios..y a mí me hacía sonrojar. Entonces se me olvidaba que estaba en la piscina, con mis padres y sus amigos, se me olvidaban los niños que había correteando, el trajín del bar, la música alta de la radio... solo estábamos él, y yo. Yo, que me sentía la persona más feliz del mundo en ese momento. Porque lo quise, pero me di cuenta tarde.
"Mientras yo me desvestía, él ya se estaba poniendo los zapatos..."
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