Un abrazo de mi abuela. Eso es lo que necesito.
Ella me entiende tan bien. Es la única persona en este mundo capaz de hacerme sentir siempre que estamos juntas que no estoy sola. No hace falta que le cuente nada, sin necesidad de palabras yo siento que ella me comprende a la perfección, porque en el fondo somos tan iguales. Nunca me haces las preguntas que no quiero oír, pero siempre está ahí para escucharme. Cuando alguien me hace daño, odia a esa persona tanto como yo. No ve nada bueno en ella, lleva la subjetividad al límite porque confianza plenamente en mí. Es la única capaz de llorar cuando cojo un avión para salir del país por miedo a que tenga un accidente. Da igual las veces que le explique que es el medio de transporte más seguro, que las posibilidades de que tenga un accidente son mínimas...ella tiene ese miedo irracional que no se quita hasta que no vuelvo a casa.
Somos tan iguales... En casa siempre hemos dicho que he heredado su carácter. Ante una situación reaccionamos de la misma forma, solo que ella pone en voz alta aquellos pensamientos que yo no me atrevo a expresar. Será cosa de la edad, dicen que conformes creces te importa menos lo que diga la gente, la moralidad, la ética... Hasta que llegas a ser un anciano, y realmente te la suda lo que los demás piensen de ti. Me encanta esa parte de ella. Si tiene que decir algo, tranquilo que lo dirá, tal y como lo piensa, haya quien haya delante.
Ahora me gustaría estar con ella, comiendo castañas asadas, y teniendo una de esas conversaciones superficiales, que no te llevan a ninguna parte y carecen un poco de sentido, cuya única función es la de compartir ese momento, pasar el rato juntos. Una de esas conversaciones impregnadas de ese humor negro que aunque alguna gente no lo entienda, desde luego ella y yo, sí.
El fin de semana pasado se murió el padre de mi padre. Ya llevaba mucho tiempo enfermo, no había ninguna posibilidad de mejora; al contrario, cada vez iría a peor, y en cierto modo fue lo mejor.
Pero me hizo caer en la cuenta de que también un día ella se irá.
Y yo no podré soportarlo.
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