sábado, 27 de diciembre de 2014

Cuento de navidad

Si vas a contarme un cuento, invéntate uno que me crea.
Los de siempre suenan a lo de siempre y tú y yo nos sabemos de memoria eso de
oímos lo que queremos oír,
vemos lo que queremos ver.

Así que cuéntame, por ejemplo, que tenía los ojos del color de un domingo sin lunes, que sabía a café (de los que tomas para espabilarte y no por gusto) y que su puto tobogán de opiniones al principio te flipaba pero acabó dándote dolor de cabeza.


Cuando acabes el cuento,

arrópame,
que hace 3 primaveras y media que tengo frío. Y si es mucho pedir, déjame un paracetamol con un vaso de agua encima de la mesita de noche. 

Las buenas noches con el beso en la frente...

...te sobran,

me sobran.

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