jueves, 3 de enero de 2013

Y hasta aquí las Navidades fueron bien... Que esa pequeña personita estuviera detrás de mi todo el día me hizo olvidarme de lo sola que estoy; pero se fue y la soledad regresó. La buena noticia es que ya no pienso en él. Los vi juntos, me dolió, pero terminé aceptándolo. Ya no me lamento por no tenerlo a él, me lamento por no tener a nadie. Es un paso, aunque a simple vista parezca que todo sigue igual.

Es un primer gran paso. Antes no había posibilidad de que nadie nuevo entrara en mi vida. Ahora sí. Ahí está la diferencia. Solo espero que esta vez acierte más con esa persona que deje que entre en mi vida. Espero que estas ganas locas que me han entrado ahora de tener novio no me impulsen a equivocarme al elegir la persona. Supongo que son una mezcla de esta tortura mensual que tenemos todas las mujeres, y esa llamada necesidad biológica de tener pareja que leí hace un par de días en la red.
Aunque por otra parte, como me dijo una vez un buen amigo, en tu casa, sentada, rayada y triste no solucionas nada. Hay que salir a la calle, y probar con uno y otro, hasta que al final das con el que buscabas, que no tiene por qué ser el que de primeras parezca la mejor opción. Pero no se puede decir "no funcionará" antes de intentarlo un poco. Si se te ha pasado por la cabeza más de una vez, será por algo ;)

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